“Creo que hay una muy buena opinión de la industria chilena en el extranjero. El uso de antibióticos ha sido discutido, pero el esfuerzo por reducir su uso es reconocido.”
El recién pasado viernes 30 de octubre conversamos con Matías Medina, actual Director of Breeding and R&D de AquaGen y Gerente de Blue Genomics Chile, en donde nos contó algunas de sus percepciones y reflexiones de diferentes temas relevantes para la industria nacional y global.
Matías, estuvo trabajando durante tres años en Chile antes de su traslado, el cual se hizo efectivo en febrero del 2018. Esto le ha permitido tener una buena visión del panorama actual de la industria acuícola en ambos países.
¿Cómo ha sido tu experiencia de trabajar en Noruega?
Ha sido un gran cambio en lo personal, familiar y laboral. Si bien todos los días se presentan desafíos en estos tres aspectos, en total la experiencia ha sido muy positiva. En lo personal y familiar, hemos podido disfrutar de un país y cultura que ofrece muchas oportunidades. Esto en relación con el contacto con la naturaleza, a lo deportivo, a lo artístico y cultural. Además, el estar muy cerca y conectados con el resto de Europa, nos ha permitido conocer mucho del “viejo continente”. En lo laboral, los desafíos han sido muchos; primero está el comprender y trabajar en una cultura que a veces es muy diferente; luego están el cambio en al nuevo trabajo propiamente tal y las responsabilidades que este ha traído. Esto me ha obligado a tener que ir estudiando y aprendiendo muchos detalles de las actividades que desarrollamos; detalles que hasta ahora desconocía en su totalidad.
¿Cuál es tu percepción de la industria acuícola en Chile y qué opinan en el extranjero de la industria chilena?
Me parece que es una industria consolidada y con mucha experiencia. Esta experiencia se refleja tanto en las personas y empresas que han estado presentes desde sus inicios. Todos ellos han contribuido a tener una industria reconocida a nivel mundial que mejora cada día y que no deja dudas sobre el buen futuro que le espera.
¿Cuál crees que es la razón? ¿Qué le falta a Chile para lograr un mejor reconocimiento?
Creo que hay una muy buena opinión de la industria chilena en el extranjero. El uso de antibióticos ha sido discutido, pero el esfuerzo por reducir su uso es reconocido.
Desde el punto de vista productivo y tecnológico ¿Cómo está Chile respecto a Noruega?
En general las tecnologías que son desarrolladas en uno u otro país, o por una u otra empresa, son rápidamente adoptadas por todos. Esto pues es una industria muy conectada entre sí a nivel global y con muchas actividades en R+D, cuyo objetivo es aportar al desarrollo de la actividad en su totalidad. Por supuesto que en el corto plazo, o mientras las tecnologías o modelos productivos son desarrollados, existen diferencias entre empresas y países. Esta es una industria que invierte bastante en innovación y por lo mismo, siempre existen nuevas tecnologías que están siendo desarrolladas con el objeto de optimizar procesos u obtener un mejor producto. En este sentido la industria noruega por lo general es un poco más activa y se mantiene en la frontera de la innovación y las posibilidades, situación que se explica principalmente por el mayor acceso a recursos destinados a la I+D+I.
Desde el punto de vista RRHH ¿Qué opina de los trabajadores en Chile, respecto al lugar dónde se encuentra actualmente?
Por lo general los chilenos somos muy dedicados al trabajo que desarrollamos. Esto es conocido y muy valorado por las empresas extranjeras. Pero así como esta característica contribuye con muchos aspectos positivos a la empresa, en el extranjero genera también desafíos. El más obvio es el lenguaje, que en Noruega obliga a todos a hablar en inglés o intentar un lenguaje de señas cuando se trabaja en conjunto.
¿Cuáles deberían ser los focos estratégicos a considerar por la industria de cara al futuro? Tanto en Chile como en el mundo.
La sustentabilidad y todo lo que el concepto trae y obliga se ha vuelto a escuchar con fuerza en el último tiempo. Si bien desde hace años que la industria viene adoptando iniciativas que apuntan a mejorar su sustentabilidad, la experiencia adquirida por todos, por las empresas, las comunidades, la academia, las certificaciones y las casas certificadoras, ha ido aclarando lo que es más importante dentro de este concepto.
Otro foco debiese ser la eficiencia. También la experiencia de las empresas y la necesidad de ser más sustentables, así como de reducir costos manteniendo la calidad y frecuencia de la producción, han generado iniciativas que apuntan a la eficiencia productiva. Importantes avances se han logrado en esta área, pero aún queda mucho por mejorar.
Las enfermedades que afectan a los salmones en sus diferentes etapas de desarrollo siguen siendo un desafío que requiere un análisis y trabajo estratégico. Mucho se ha avanzado en su control, pero aún los peces y la industria siguen sufriendo las mismas dos o tres enfermedades de hace 10 años, más otras que han sido recientemente identificadas. El trabajo en todas las áreas relacionadas con la salud de los peces debe entonces seguir con la prioridad que ha tenido hasta ahora.
Por último, y relacionado con los tres puntos anteriores, la industria debiese mantener o incrementar la inversión y actividades en I+D. Ha sido el foco en investigación e innovación lo que ha permitido el constante desarrollo de la salmonicultura. Como los desafíos siguen siendo muchos, este debe ser siempre parte de la estrategia. Obviamente la relación con la I+D no necesita ser la misma en todos los actores de la industria, pero es importante que como industria sea fomentada en todos los niveles.
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